Overlord nos lleva hasta la II Guerra Mundial, antes del Día D. Unos soldados paracaidistas del Ejército Americano caen tras las líneas enemigas en un pueblo francés. La misión de este grupo es derribar una torre de comunicación que es clave para el citado Día D, sin embargo, descubrirán un secreto mucho más oscuro y que puede hacer cambiar el curso de la guerra.
Ponerse a ver Overlord es ponerse delante de una película que comienza con una escena no apta para personas con miedo a volar pero que poco a poco va perdiendo fuerza conforme pasan los minutos.
A nivel técnico la cinta se deja ver. Lamentablemente uno de sus puntos fuertes, como podrían ser los efectos de maquillaje, se ve mermado por unos personajes sin carisma alguno, en ningún momento de la historia llegas a sentir nada por ninguno de ellos, no te importa lo más mínimo lo que les pase o las decisiones que tomen.
La propuesta es interesante ya que los nazis llevaron a cabo un gran número de experimentos médicos. Explorar ese momento de la historia dándole un toque de ciencia ficción y terror es una buena apuesta, pero la ejecución es totalmente fallida.
Si te gustan las películas bélicas y las de corte fantástico vas a disfrutar, en cierta medida, de esta historia, si estas en contra de estas historias o eres un purista del género bélico aléjate.
Claro que esto es sólo mi opinión.
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