Sin duda alguna vivimos en una época en la que el cine se está nutriendo del pasado, los remakes están a la orden del día. En este caso, Antoine Fuqua, ha traído del pasado este clásico del western, que a su vez era un remake de ‘Los Siete Samurais’ de Akira Kurosawa.
En su momento, 1960, ‘Los Siete Magníficos’ supusieron todo un hito, tanto que fue el pistoletazo de salida de la carrera de Steve McQueen, Charles Bronson, James Coburn, Robert Vaughn, Brad Dexter, Eli Wallach y Horst Bucholz, por aquel entonces desconocidos. Ahora, Fuqua ha optado por caras muy conocidas, Denzel Washington, Chris Pratt, Ethan Hawke, Vincent D’Onofrio o Peter Sagaard. No se puede decir nada malo del reparto, más bien todo lo contrario, pero en especial quiero destacar a Ethan Hawke, que con una mirada es capaz de transmitirnos lo que le pasa a su personaje.
La película cumple muy correctamente al trasladarnos este western, todo un clásico, a nuestros días. Dando un lavado de cara hasta a su partitura, el trabajo de Elmer Bernstein fue brillante y escuchándola hoy todavía nos traslada al lejano Oeste. Sin embargo, James Horner (fallecido el 22 de junio de 2015) hizo un gran trabajo y nos ofrece una composición más oscura, que nos recuerda a la de Bernstein.
Por último, decir que Fuqua, que ya disfrutamos de él en ‘El Rey Arturo’ y ‘Training Day’, vuelve a dirigir una película muy entretenida y muy disfrutable, especial mención tiene que tener la escena final, todo un clímax que te mete de lleno en una acción vertiginosa, que llega a acelerar el pulso del espectador, además, reparte muy bien la acción para que veamos a cada uno de los protagonistas y sus habilidades.
Imprescindible para los amantes del género y del cine.
Claro que esto es sólo mi opinión.
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