Una noche de libertinaje y crimen, es la solución a la crisis económica. Con esa medida los Nuevos Estados Unidos consigue un 1% de desempleo y la tasa de crimen más baja del planeta. La película plantea el conflicto que esta medida puede suponer. Los protagonistas son gente de alto nivel adquisitivo, una posición a la que han llegado gracias a vender sistemas de seguridad para esta noche.
En el reparto nos encontramos con Lena Headey y con Ethan Hawke, hacen un buen trabajo pero sin duda se lleva la palma Rhys Wakefield, el villano de esta historia, es terrorífico, un verdadero creyente en la purga, un fanático cuyo aspecto refinado se contrapone con su mente despiadada.
El planteamiento es interesante, pero no ahonda en ello y se limita a ser una historia de violencia, en la que la familia sufre el asedio de unos salvajes que ven la Purga como una purificación de la sociedad. Realmente esta gente debería haber pasado una noche tranquila de no ser por el hijo pequeño. El único que parece tener algo de conciencia dentro de una sociedad que sólo saber mirar a su ombligo.
El conflicto de esta medida y las verdaderas víctimas las vemos en la segunda parte, en este sentido es mucho más interesante que esta, ya que realmente se genera una atmósfera de tensión.
Con todo no es una mala película, sobre todo por los debates que pueden surgir tras verla.
Claro que esto es sólo mi opinión.
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