El fabricante de armas Tony Stark (Robert Downey Jr.), visita el frente en el que se distribuyen sus armas, allí sufrirá un atentado con su propia mercancía que le llevará a plantearse su legado.
Para el papel principal no hay un actor mejor que Robert Downey Jr. conocido por sus problemas con los excesos y con la ley. Da el papel a la perfección, tanto es así que incluso en las películas corales como son las de ‘Los Vengadores‘, se merienda al resto del reparto y se gana el favor del público.
Como enemigo nos ponen a Jeff Bridges, que da bien en pantalla y que hace de típico villano en la sombra que funciona. Completan el reparto Terrence Howard (al que no volveremos a ver en la saga, pero sí a su personaje), Gwyneth Paltrow, que interpreta a Pepper (en la saga irá ganando protagonismo sin sentido alguno) y Jon Favreau (director de la película) que interpreta al guardaespaldas de Tony.
Jon Favreau dirige con inteligencia esta primera entrega y se pone a los mandos de un superhéroe complejo de llevar al cine por todo el CGI que exigía. Para muchos Iron Man es la parte opuesta a Bruce Wayne. Comparten aspectos como la riqueza y el intelecto, sin embargo cuando Bruce Wayne finge estar borracho, Tony Stark no, tanto es así que le dedicaron un arco argumental llamado ‘El diablo en la Botella’ en el que el bueno de Tony luchaba contra su alcoholismo.
Nacimiento de un héroe, en la gran pantalla, y resurgir de un actor que había permanecido olvidado, Robert Downey Jr..
Claro que esto es sólo mi opinión.
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