Hoy traigo más que una película un punto de inflexión en la carrera de Will Smith.
  A Chris Gardner (Will Smith) la vida no le ha ido muy bien, sobre todo a nivel económico. Trabaja vendiendo un aparato médico pero no consigue vender los suficientes como para mantener a su familia, ya que es un aparato caro y los hospitales no lo necesitan. Debido a los problemas económicos su mujer les abandona a Chris y a su hijo y además su casero les echa a la calle por no pagar las facturas. Chris tiene una cosa clara, a su hijo no le va a faltar de nada, Chris empezará a prepararse para obtener un trabajo como corredor de bolsa y garantizar la felicidad de su hijo.

  Cómo he dicho arriba se trata de un punto de inflexión en la carrera como actor de Will Smith, sus películas anteriores habían sido Hitch y Yo, Robot los dos géneros que, hasta la fecha, habían definido su carrera la acción y la comedia. Ya le habíamos visto en papeles serios como el de Ali, por el que recibió una nominación a los Oscars pero sin duda nadie pensaba que se iba a defender tan bien en un papel tan dramático y lo consigue desde el principio, deja de ser el guaperas fuerte y gracioso o el tipo duro para encarnar a un personaje al que la suerte le ha dado de lado.
  Con este trabajo Will Smith dejó de ser El Príncipe de Bel-Air para convertirse en un actor. Después de esta vinieron Soy Leyenda, otro peliculón con una brillante actuación, además fue muy complicada porque está sólo la mayor parte de la película. Después de Soy Leyenda llegó Siete Almas por la que también se llevó muy buenas críticas.
  Por En Busca de la Felicidad recibió la nominación a los Oscars y no es para menos ya que consigue reflejar al desesperación de un hombre que no puede más, que lucha y por cada paso que da hacia delante la vida le hace retroceder dos. La película tiene dos escenas en las que a mi se me pusieron los pelos de punta, una de ellas es cuando se ve obligado a dormir en el baño del metro con su hijo y empieza a llorar y otra es al final de la película. A pesar de su gran interpretación ese año el Oscar se lo llevó Forrest Whitaker por El Último Rey de Escocia.
  El que utilicen al verdadero hijo de Will Smith, Jayden Smith, es un acierto ya que la química entre los dos es natural y espontánea, además de que el que se parezcan añade realismo. En esta película Jayden era un niño y por lo tanto no se puede esperar una actuación de Oscar, pero sorprende lo bien que se desenvuelve delante de la cámara, se notan los genes.
(Will Smith y su hijo junto al auténtico Chris Gardner)
  Lo mejor de la película es que es una historia real, Chris existe por lo que es un auténtico modelo a seguir y dando más fuerza a lo que pretende enseñarnos la película que es a no rendirnos jamás, a luchar por lo que queremos, esto se ve reflejado en toda la historia de Chris y también en el diálogo que mantiene con su hijo sobre que nadie le puede pisar sus sueños.
  No os podéis perder esta obra de arte, es una película que te deja una buena sensación. Seguro que os emociona el final y no os asustéis si os cae alguna lagrima porque es lo normal. Los que no creáis en Will Smith darle una oportunidad a la película que seguro que cambiáis de opinión.
  Claro que esto es sólo mi opinión.

 

Sobre El Autor

Periodista amante del cine. Director y presentador del Podcast 'La Guarida de Kovack'.

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