Debido a que estamos en tiempo de exámenes ultimamente no he puesto recomendaciones actuales. La de esta semana tiene bastante tiempo.
  Cuenta la historia que cuando los ciudadanos de París tomaron ‘La Bastilla’ encontraron unos documentos que hacían referencia a un prisionero y cuya única identificación era ‘el hombre de la máscara de hierro’. Sobre la identidad de este pobre hombre se ha dicho mucho, una de las teorías más famosas es la que revela Alejandro Dumas en su novela ‘El Vizconde de Bragelonne‘, en la que dice que este preso en realidad es el hermano gemelo del rey Louis XIV.
(D’Artagnan ( Byrne))
  La película es una adaptación de esta obra literaria. Los famosos mosqueteros Athos (John Malkovich), Aramis (Jeremy Irons) y Porthos (Gerard Depardieu) han dejado el cuerpo, sin embargo su amigo D’Artagnan (Gabriel Byrne) sigue siendo un mosquetero y defendiendo al rey Louis XIV (Leonardo DiCaprio), un rey tirano y arrogante que se ha ganado el odio del pueblo y parte de la Corte.
(Athos (Malkovich), Porthos (Depardieu) y Aramis (Irons))
  Athos, Porthos y Aramis deciden embarcarse en una última aventura  para poner fin al reinado de Louis, para ello tendrán que liberar a un joven preso cuyo rostro está oculto por una máscara de hierro. Este joven es el hermano gemelo de Louis, Philippe, que fue encerrado para evitar una guerra. El plan consiste en sustituir al arrogante Louis por el compasivo Philippe.

   El film cuenta con un reparto espectacular, no sólo por los actores que interpretan a los mosqueteros, que son grandes figuras del mundo del cine, sino también por la gran interpretación que hace DiCaprio, del que ya se iba viendo que tenía talento y no sólo era una cara bonita. Su trabajo es tan bueno que hace que, aunque sea la misma persona, veamos a diferentes personajes y realmente nos creamos que son dos hermanos gemelos. Sobre todo se ve en las miradas, Louis tiene una mirada más fría y altiva, mientras que Philippe tiene una más inocente.

(Louis y Philippe, el día y la noche en un mismo actor)
  La ambientación nos permite ver como vivían era la Francia de aquellos años, la pobreza del pueblo que contrarresta con la riqueza y las fiesta de la Corte.
  La banda sonora es otro de los puntos a favor, ya que llenan de emotividad todos los momentos claves del film, como es una de las escenas finales en la que se aprecia que el honor y la valentía no entienden de edad.
  Para esta época de exámenes no viene mal una película como esta que te envuelve en la historia y hace que tu mente se evada.
   Claro que esto es sólo mi opinión.

Sobre El Autor

Periodista amante del cine. Director y presentador del Podcast 'La Guarida de Kovack'.

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