Esta semana recupero una película que me gusta bastante y que nos trae la idea de que estamos destinados, que hay algo, una fuerza, que hace que se den las condiciones necesarias para que todo salga tal y como está escrito en el destino.
Con la muerte de su esposa Sam Baldwin (Tom Hanks) se hunde en el pozo de la tristeza, su hijo contempla como su padre parece que no sale adelante y que no recupera las riendas de su vida, la noche de Navidad el hijo de Sam decide llamar a un programa de radio para buscar una mujer que devuelva la alegría de vivir a su padre. Esa noche la centralita de la emisora se llena de llamadas de mujeres que quieren conocer a este hombre. Annie Reed (Meg Ryan) también escucha este programa y comienza a obsesionarse con conocer a Sam, ella está apunto de casarse y cree que no intentar conocerle sería un error.
Lo más destacable en esta película es la pareja protagonista, no comparten mucho tiempo durante el metraje por lo tanto no se puede disfrutar de la química que hay entre los dos, para hacerlo sólo tenéis que ver Tienes un E-mail.
Aunque no disfrutemos de su química podemos disfrutar de sus actuaciones que bien les valieron un Globo de Oro a cada uno, además es de sobra conocido el talento de ambos para la interpretación, para mi gusto es mucho mejor Tom Hanks ya que ha cambiado más veces de registro y ha hecho trabajos muy destacables como el que hizo en Philadelphia o en Forrest Gump.
Meg Ryan, como digo, también está bien pero hay que reconocer que suele hacer este tipo de papeles con mucha frecuencia, en mi opinión debería buscar otro tipo de papeles y probar su versatilidad.
Puede que el principio se os haga un poco lento, pero una vez que estáis dentro de la historia se pasa volando y no te das cuenta, estás tan centrado en que quieres que estos dos personajes se junten que se te olvida por completo todo lo demás.
El final es muy bueno, sólo diré que te mantiene pegado al asiento y con el corazón en un puño. Más arriba os he hablado de la química de estos dos actores pues bien, en la escena del Empire State, que apenas dura unos instantes, hay más química entre ellos que la que podemos ver en muchas parejas de cine a día de hoy compartiendo una película entera, lo cual refuerza el argumento de que la pareja protagonista fue excelentemente escogida a nivel de interpretación y a nivel de la relación que hay entre ellos, que también es muy importante.
La película es un homenaje constante a Tú y Yo y a la idea que ésta muestra sobre que estamos destinados a encontar a nuestra ‘media naranja’ cuando menos lo esperamos. Tú y Yo sale en varias ocasiones a lo largo del film y algunas cosas que pasan se apoyan en que así pasaron en esta otra película.
Se acerca San Valentín y la televisión inundará su programación con telefilms romanticones, así que si vais a tener que ver películas de amor por lo menos que sean de las buenas.
Claro que esto es sólo mi opinión.
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